miércoles, 13 de junio de 2012

Mi primera Eco ;)

A los 3 días de haberme realizado la prueba casera de embarazo, tuve una cita con mi ginecólogo para saber cuáles eran los procedimientos a seguir.
Me examinó y envío a hacerme una serie de exámenes de sangre para verificar mi estado de salud y descartar una posible anemia (es común que las embarazadas sufran de eso). Todos los exámenes salieron sin problemas.

También me hizo realizar una Ecotomografía Ginecológica Transvaginal, con ella podríamos ver el estado del bebé y verificar cuánto tenía de gestación.

Al llegar a la clínica especializada había mujeres con bebés y otras embarazadas, ese día no me había sentido muy bien, tenía las nauseas a flor de piel y me perseguía constantemente una nube negra que nublaba mi visión. Mientras que mi esposo hacía los trámites para ser atendida, yo yacía sentada tratando de recuperar el aliento, el corazón me latía a mil y mis manos estaban frías y sudadas.

No tardaron en llamarme, tuve que cambiarme y ponerme la clásica bata.  El doctor me esperaba junto con su asistente y mi esposo. Me senté en la silla ginecológica y al frente mío había un plasma prendido, era ahí donde vería a mi bebé.

Lo primero que se me pasaba por la mente es que estuviera bien, que no me encontraran nada raro y que la ubicación de mi bebé esté donde debería estar. Tenía miedo pero a la vez entusiasmo por verlo. Mientras que el médico exploraba, en la pantalla veía el útero era la mancha negra y dentro de él se divisaba mi bebé, con un tamaño minúsculo de 3 cm. Mi piel se erizó y miré a mi esposo, tenía la mega sonrisa, volví a la pantalla y luego escuché su corazoncito, fue melodioso, sonaba muy fuerte y acelerado. Mi bebé estaba bien y muy fuerte. Aún recuerdo el tun tun de su corazón.

Primeras fotografías de mi bebé. Realizada en abril 5 de 2012.
  Hipótesis diagnóstica: Gestación única, viva de 7 semanas.  

Al terminar, me entregaron las fotografías con los resultados de los exámenes. No dejábamos de ver las imágenes, aunque se veía borroso, era hermoso. Inmediatamente tomé fotos a las fotos con mi celular y lo envié a mi familiares y amistades en distintos lugares del mundo, las respuestas no tardaron en llegar. Estábamos felices.

Los síntomas anteriores que sentía se habían esfumado, estaba enérgica, feliz, tenía muchas ganas de celebrar y me antojé de una hamburguesa (No es común que me interese la comida chatarra).

Antojo cumplido, y mi esposo  también se antojó.
Así como ven la hamburguesa, desapareció.
No dejaba de ver las fotos de la eco.
 Con cara de satisfacción.

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