El 19 de abril en la tarde, estaba ansiosa, compré la prueba de embarazo casera a escondidas de mi esposo. Quería estar segura y de paso quería darle la sorpresa de cumpleaños, cumplía años la semana siguiente.
El corazón me latía más rápido por lo extasiada que me sentía. Llegué a mi casa y encontré a mi esposo sentado en el computador, lo saludé y le dije que tenía una diarrea impresionante y que me la he pasado en el baño (todo con el fin de justificar el encierro). Entré con la prueba al baño, la mano me temblaba, mi respiración se agitaba y el tratar de controlarme parecía imposible. Respiré profundo y leí las indicaciones, bastaba con sólo unos segundos que le cayera orina en la punta del aparatico y se definía mi destino. Debía esperar unos minutos, dejé la prueba sobre el lavamanos y veía como la tinta rosa cubría la pantalla, se observaba una nítida línea rosa, pero sólo una... experimenté decepción, tristeza... no quería tocarla porque no había pasado los minutos que requería la prueba, para mi eran horas, el tiempo no pasaba y la angustia me quemaba. Acerco mi mirada y veo una leve línea pero había que hacer mucho esfuerzo para poderla detectar, pensé que posiblemente era tanta mis ganas de tener un bebé que hasta mi imaginación me traicionaba. Pasó el tiempo estimado, y a simple vista sólo una línea se observaba. Tome la prueba y comencé a moverla suavemente y EUREKA!! apareció tan clara como la otra, la tan anhelada segunda línea. No lo podía creer, me sentía alucinada, el miedo se fue, ahora estaba la alegría, pero era la más extraña que había experimentado, tenía una vida en mi, una a parte de la mía y dependería de mi. Les cuento que las lágrimas me salieron libremente, ellas me dominaban, lloraba en silencio para que mi esposo no se diera cuenta. Esta felicidad sólo se experimenta con una emoción como la de esperar un bebé. Mi primer instinto luego de controlarme fue tomarme una foto y enviársela a una amiga que tenía whatsapp, nos podíamos comunicar por mensaje de texto con los celulares, ella en Boston-Massachusetts y yo en Santiago-Chile. Ambas estábamos felices, debía contárselo a alguien porque si no lo hacía me ahogaba.
Demoré 20 minutos en el baño, era sospechosa esa diarrea jajajajajaja... pero le metí conversación a mi esposo y logré desviar sus pensamientos. Él estaba muy pendiente de la llegada de mi regla, porque también tenía muchas ganas de que quedáramos embarazados.
Me siento afortunada que sólo tuve que esperar 3 meses para poder estar en embarazo. Les recomiendo que se relajen y ocupen sus pensamientos en otras cosas, y a lo menos esperado, llega!
Me encantan estas puublicaciones
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