Obviamente me quedé en el departamento de mi novio y su temido perro, que por cierto el primer día que nos quedamos solos me secuestró en la cama, no podía asomar un dedito del pie al suelo, inmediatamente me ladraba y acosaba con mucha intensidad. Por fortuna llegó mi cuñada (horas más tarde) y pude al fin ir tan siquiera al baño (estaba que estallaba). Todo lo del departamento era intocable, incluyendo su amo.
El segundo día fue peor, desperté y el perro estaba encima de la cama mirándome como psicópata, a la espera de cualquier movimiento brusco para atacar. Respiré profundo y se me vino todos los consejos del programa "El encantador de perro". Así que me cansé de su conducta, y lo tomé de la parte alta del cuello y lo pegué al suelo, marcando por fin mi dominio. La recomendación era dejarlo libre hasta que se calmara, pues le cuento que el can dejó de "braviarme" 20 minutos después, ya tenía encalambrada la mano, pues el perro a pesar de ser pequeño tiene fuerza y es gordito. Luego de recuperar la cama, me tocó recuperar así, el closet, el baño, la sala, etc. Ahora somos felices, entregado a mi. Me gané su respeto sin necesidad de recurrir a los golpes. Ya tenemos más de un año y medio conviviendo y ya puedo decir que también es mi perro.
Por lo narrado anteriormente, se habrán dado cuenta que el perro es cosita sería y muy posesivo. Al planificar nuestro bebé, la principal preocupación fue "Goku". Qué hacer para que acepte el nuevo integrante de la familia?
Los primeros meses de estar embarazada, yo estaba casi de muerte con los malestares. El perro estaba como más comprensivo, hasta podría decir que muy tierno, al punto de que al acariciarlo ya se ponía panza arriba.
Como manera de entrenarlo en la parte auditiva, pongo el computador a todo volumen y reproduzco los llantos de bebés. Su actuar es tranquilo, y sus orejas no cesan de moverse. Lo quiero acostumbrar.
Cuando tengo la oportunidad cargo una primita segunda de mi esposo que tiene menos de un año y medio, y me pongo al lado de él. El perro nos queda mirando pero se le olvida la niña, no le presta mucha atención. Eso es muy buena señal, empezando porque no le gusta que nadie se le acerque a su amo.
En momentos de relajo, cuando estamos solos lo acaricio y pongo su cabecita en mi panza para que sienta al bebé, yo sé que los animales tienen ese super sentido sobrenatural que los hacen sentir presencias.
La mejor estrategia para calmar los celos de tu mascota, es dándole amor. Así se convertirá en el protector de tu bebé, su hermanito mayor.
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